Estamos ante una verdad, aunque no tan trágica como se versa. Las restricciones durante los embarazos son muchos, y cómo no serlo si se trata de un proceso delicado. Los tatuadores aconsejan seguir las recomendaciones médicas al respecto ya que el proceso de curación de un tatuaje no es recomendado para embarazadas. Así como la posibilidad de infecciones o reacciones adversas a las tintas, que son "normales" si se considera que tatuarse es, como vimos, prácticamente hacerte una herida.
Otra cosa a considerar es que, tanto como si se está embarazada o cómo si se piensa hacerlo en el futuro, los tatuajes en la zona lumbar no son aconsejados. Esto porque si al dar a luz se requiere anestesia epidural la punción va desde la piel hasta la médula atravesando la zona donde se encuentra la tinta, este tipo de anestesia está contraidicada para las personas tatuadas en ese lugar.
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